Brasil implementará una semana laboral de cuatro días a partir de noviembre, siguiendo el modelo probado en otros países. La iniciativa es liderada por la consultora Reconnect Happiness y la organización 4 Day Week Global. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los empleados y aumentar la productividad de las empresas. Se espera que los empleados reorganicen su trabajo para ser más productivos en menos tiempo.
El proceso de implementación incluirá reuniones con las empresas participantes para detallar el proyecto piloto, registrar a los posibles participantes y realizar encuestas para evaluar las métricas de las empresas involucradas. Un programa piloto en Australasia mostró una alta satisfacción de las organizaciones participantes con la semana laboral reducida, así como una reducción en el ausentismo y las renuncias.
También se observaron beneficios en términos de igualdad de género y medio ambiente. El objetivo final es promover una nueva forma de trabajo que beneficie a las empresas, empleados, familias y comunidades, abordando los problemas de desigualdad de género y promoviendo la sostenibilidad laboral.