Tras el primer encuentro de las semifinales de la Conferencia Este, los Celtics se marcharon de la cancha visiblemente molestos y frustrados. Habían perdido la ventaja de locales ante los 76ers.
Boston buscó canalizar adecuadamente esas emociones y mejorar a la defensiva. El resultado fue una victoria en el segundo partido.
Jaylen Brown anotó 25 puntos y los Celtics zarandearon el miércoles 121-87 a Filadelfia, para estropear el regreso de Joel Embiid, recién nombrado el Jugador Más Valioso de la NBA.
Los Celtics igualaron a un triunfo por bando las semifinales de la Conferencia Este, que ahora se mudan a Filadelfia. El tercer duelo está pautado para el viernes.
«Pienso que simplemente tenemos que enorgullecernos de nosotros mismos, así es», dijo Brown. «Sólo creo que no estuvimos a nuestro nivel normal en el partido anterior. Queríamos salir y jugar al tope de nuestras capacidades. Ahora es lo que hemos hecho».
Malcolm Brogdon agregó 23 puntos, al atinar sus seis triples, entre los 20 de Boston. Derrick White y Marcus Smart añadieron 15 unidades por cabeza.
Jayson Tatum jugó buena parte del encuentro presionado por problemas de faltas y se vio limitado a siete tantos.
Boston reforzó su defensiva y limitó a unos Sixers que habían atinado 17 triples en el primer duelo. Esta vez, acertaron sólo seis de 30 disparos detrás del arco.
Los Celtics llegaron a ostentar una ventaja de 36 puntos en el cuarto periodo.
Brogdon comentó que el objetivo es mantener ahora la misma mentalidad.
«No importa nada si no hay continuidad» advirtió.
Tobias Harris lideró a Filadelfia con 16 puntos, Embiid finalizó con 15, además de capturar tres rebotes y lograr cinco tapas en el encuentro que marcó su retorno tras sufrir un esguince en la rodilla derecha, que lo marginó del último duelo de la serie de primera ronda, una barrida sobre Brooklyn.
El camerunés se perdió también el primer encuentro ante los Celtics, el lunes. Su regreso ocurrió un día después de que se le eligió el Jugador Más Valioso por primera vez en su carrera.
Embiid dijo que los médicos le han advertido que podrían pasar de cuatro a seis semanas antes de que su lesión sane por completo. La oportunidad de tomar una ventaja de 2-0 en la serie lo convenció de jugar, pese a sentirse algo oxidado.
«Me siento bien por jugar y creí que podía ayudar al equipo», comentó. «Siento que simplemente me he quitado esto de encima. Estoy decepcionado por la derrota pero éste es un paso para volver a ser yo mismo».
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